top of page
  • Foto del escritorJorge Herrero Gimeno

Mantenimiento de nuestro equipo parte I

Actualizado: 26 feb 2022

Tal vez, si estas empezando en la fotografía puede que leas el titulo de este entrada y te preguntes, ¿Pero realmente una cámara de fotos precisa de un mantenimiento?

La respuesta es sí, nuestro equipo fotográfico también debe ser cuidado y mantenido como toca, con ello lograremos que nos acompañe por muchos más años de los que lo haría si no lo cuidaramos.


Podemos considerar mantenimiento del equipo algo tan simple como guardarlo en un lugar seguro, transportarlo en las condiciones adecuadas o una vez trabajemos con el pasarlo por una limpieza rutinaria, aquí vamos a analizar todo, desde como guardarlo hasta las limpiezas más profundas, vamos a empezar.


¿Donde puedo guardar mi equipo?


Normalmente y dependiendo de la zona en la que vivimos, la humedad siempre suele estar presente, en mayor o menor cantidad pero siempre lo está. En mi caso yo vivo en Valencia más concretamente en la zona de costa, la humedad aquí siempre es alta pero por ejemplo alguien que resida en Madrid no tendrá tanto problema con esto, de todos modos los equipos están preparados para aguantar esto sin problemas, aun así vamos a ayudarnos de varios factores para que ese nivel de humedad que reciba nuestro equipo sea aun más bajo.


En primer lugar y antes de nada, debemos de tener claro que guardar el equipo en una estantería abierta o sobre una mesa en una habitación no va a ser una buena idea y ya no solo por la humedad, también por el polvo. El polvo es un factor del que también debemos refugiar al equipo y para ello solamente deberemos elegir un ambiente cerrado para dejarlo.

Un cajón, un armario o una caja solida y resistente puede ser un buen lugar para esto, en mi caso todo un estante de mi armario está dedicado integramente a guardar el equipo, este es un lugar seguro ya que estará siempre cerrado, el polvo no entrará fácil y además lo protegeré de los golpes.

Un plus de ayuda también puede ser dejar el equipo en la misma mochila en la que lo transportamos. En mi caso cuento con tres mochilas de varios tamaños y el equipo completo está en la más grande, en el caso de necesitar llevarme el cuerpo de la cámara y varios objetivos sacaría directamente esta mochila, pero en el caso de llevar poco equipo cambio de bolsa lo que necesito y me llevo otra bolsa más pequeña. Así el equipo esta dentro del armario y su vez dentro de la mochila siendo un plus de protección.


¿Y que pasa con la humedad? No me he olvidado de ella, ahora que sabemos donde guardar en casa todo nuestro material es la hora de combatirla.


Estoy seguro que todos hemos visto las típicas bolsitas blancas que vienen con el calzado o las mochilas, siempre acabamos tirandolas y muchas veces lo hacemos por no saber que són. Pues bien, tras leer esto estoy seguro de que ya no las tirarás y las buscaras por todas partes, por que esas bolsitas son sílice y este compuesto combate la humedad, es bueno

llevar dentro de la mochila varias de ellas, sobre todo cerca de los objetivos y del cuerpo de la cámara, de ese modo, ayudaremos al equipo a deshacerse de ella tras una jornada de trabajo.

Además en el cajón, estante o caja donde guardemos nuestro equipo pondremos también algunas, en mi caso tengo una en cada extremo de la balda del armario, así mantendremos el espacio lo más seco posible. Hay que acordarse de cambiarlas, cada X tiempo pierden su efecto.


¿Mi equípo viaja seguro?


Esta cuestión es importante a al hora de cuidar nuestro material fotográfico, puede que no estemos transportandolo bien a la hora de salir a hacer fotos y si esto lo hacemos mal, a la larga nuestro equipo puede sufrir ralladuras, roturas y roces que dañarán las partes más delicadas y harán envejecer el equipo mucho más rápido.

¿Cual suele ser un mal habito al transportar el equipo? Normalmente, con el kit de inicio que traen muchas cámaras viene una bolsa en la que cabe casi de milagro el cuerpo y un objetivo, cuando no tenemos mucho equipo estas bolsas pueden cumplir su papel pero el problema viene cuando adquirímos material nuevo y queremos que entre todo en la misma bolsa, llegando a apretar todo hasta que entra, ahí estamos maltratando ese material que tanto dinero nos ha costado. Si hacemos esto una vez no pasa nada, pero una, otra y otra hace que pase lo que hemos comentado, el equipo se degrada a la fuerza y por no tomar medidas.


Para evitar esto, debemos analizar el equipo que poseemos y cuanta cantidad solemos sacar a la calle cada vez que hacemos fotos, en base a esto elegiremos una mochila o bolsa fotográfica del tipo que sea pero que se adapte a nosotros y a nuestro equipo, en el que los objetivos y el o los cuerpos no vayan chocando-se, cada elemento deberá tener su espacio para que vaya cómodo y protegido, sin moverse cuando andemos.

Mochilas y bolsas hay millones, de esto hablaremos en una futura entrada.


Ahora que ya tenemos una mochila en condiciones y llevamos el equipo perfectamente organizado y ordenado te voy a enseñar algo que cuando se es principiante no se sabe y es fundamental aprenderlo cuanto antes. Si tu cámara es compacta o de objetivo fijo directamente puedes saltar al siguiente punto, pero si tienes una cámara de objetivos intercambiables ya sea reflex o mirrorles deberás tener en cuenta que si en la mochila llevas

el cuerpo por una parte y los objetivos por otra deberás montar el conjunto en el sitio donde vás a hacer las fotos y esto requiere exponer la parte más sensible de nuestra cámara (el espejo, el obturador y el sensor) al polvo y a partículas que lo ensuciarán.

Esto podemos evitarlo de la siguiente forma, si tenemos muy claro que objetivo vamos a utilizar podemos dejarlo montado ya de casa y acomodar la mochila al conjunto o por el contrario si lo hacemos en la calle hacerlo de la forma más rápida posible. En el caso de estar en lugares donde el viento pueda llevar partículas en suspensión (la playa, zonas de arena o tierra, etc) procuraremos cambiar de objetivo colocando el equipo dentro de la mochila y dejando solo un hueco para nuestra manos.


¿Y cuando llegamos a cása?


Un mal habito muy habitual tras una salida fotográfica es llegar a casa, sacar la tarjeta SD, colocarla en el ordenador y centrarnos en ver y editar las fotos mientras tiramos la cámara por cualquier lado y a las horas le devolvemos la SD, la colocamos en su funda y a esperar a la siguiente salida.

"Imágenes cedidas por STAF"


Ese habito vamos a intentar corregirlo ya que así también estamos acortando la vida de nuestro equipo. Normalmente tras una sesión con nuestra cámara en el campo, la montaña o en cualquier lado, hemos tenido la cámara en las manos, la podemos haber dejado en el suelo, en el

césped, sobre tierra, en cualquier lado, además nuestras manos sudan, eso se pega a los plásticos y gomas de nuestro equipo, se queda en las juntas y al final si somos muy descuidados las cámaras y los objetivos pueden ser un museo de bacterias y mugre impresionante y si no os lo creéis, en paginas de segunda mano hay cámaras en ese estado y en las imágenes anteriormente mostradas vemos el caso de una cámara con suciedad por falta de limpieza.


La mejor solución para no llegar al punto en el que la suciedad bloquee mecanismos o no permita buenos contactos electrónicos vamos a ver un sencillo proceso de limpieza que deberemos de realizar antes de guardar nuestro equipo hasta la próxima salida.


Limpieza de elementos externo tras una sesión fotográfica


Para una limpieza simple pero efectiva de los elementos externos del cuerpo y los objetivos vamos a utilizar los siguientes utensilios:

El proceso es el siguiente:

PASO 1:

En primer lugar soplaremos con la pera de aire toda la superficie de nuestra cámara y nuestros objetivos, lentes incluidas, veremos como las partículas mas pequeñas y el polvo que pueda tener sale volando.



 

PASO 2:

Una vez hayamos pasado por todos los rincones, con el pincel, limpiaremos de nuevo todas las superficies, insistiendo en las zonas de botones, el visor o recovecos, así sacaremos las partículas que no eliminado la pera, con el pincel podemos pasar por las lentes de los objetivos también.


 

PASO 3:

Y por ultimo, con una de las gamuzas limpiamos todo el cuerpo de la cámara y objetivos, eso si, ahora sin pasar por las lentes, con esto eliminaremos la grasa de las manos y las manchas que pueda tener el equipo.


El hecho de no pasar por las lentes es

debido a que esta gamuza estará ligeramente sucia como ya he dicho de grasa y no creo que queramos restregarla por las ópticas, para las lentes utilizaremos la segunda gamuza y deberemos evitar intercambiar el uso de cada una de ellas.


Con una limpieza así que le hagamos a nuestro equipo tras cada uso lograremos tener un equipo limpio y en buen estado por muchos años, evitando llevarlo a servicio técnico por fallos como el bloqueo de palancas o botones por exceso de partículas.


Obviamente nos falta limpiar una de las partes fundamentales de nuestra cámara, pero es la más delicada y la que nos puede traer un disgusto si lo hacemos mal, esa parte es el sensor, la zona del mecanismo del espejo y el obturador. En la segunda parte de esta entrada hablaremos de ello, ya que en caso de hacerlo se hace con un periodo de tiempo más largo y probablemente al principio directamente mandemos la cámara al SAT.


Aparte de la cámara y los objetivos, el resto del equipo también hay que tenerlo en cuenta, los filtros fotográficos, los flashes y demás accesorios podemos limpiarlos de esta forma. No recomiendo utilizar líquidos que no sean los recomendados para este tipo de aparatos ya que pueden dañar las lentes y quitarle propiedades a los cristales.


El tripode tampoco debemos dejarlo atrás, éste podemos limpiarlo de una forma diferente y deberemos hacerlo sobre todo cada vez que lo mojemos o lo ensuciemos de barro o tierra, estos elementos pueden entrar en las rotulas y cierres, obstruyendolos y dificultando el uso del mismo. Para evitar este problema bastará con limpiarlo con agua dulce una vez en casa y dejarlo secar bien abierto.


Cargar las baterías


Este proceso también entra dentro del mantenimiento de nuestro equipo y es que aun que parezca una tontería, la gran mayoría de gente carga las baterías como si no pasara nada y creyendo que dejandolas cuanto más rato es mejor.


Hay muchas teorías de como cargar las baterías, hay quien dice que hay que dejarlas agotar, hay quien dice que mejor mantenerlas entre un 30% y un 80% y hay quien las deja descargadas días y días.


Yo no soy un experto en baterías ni las he analizado científicamente para determinar de que forma reaccionan mejor, pero llevo muchos años trabajando con ellas de la misma forma y puedo asegurar que me han durado muchos años y hoy en día sigo trabajando con baterías antiguas que rinden perfectamente.

Antes de decir como lo hago yo, he de aclarar varias cosas, dejar una batería que se descargue hasta el 0% no es malo siempre que vayamos a ponerla cargar pronto o relativamente pronto, preferiblemente antes de 24 horas. Lo que no es bueno para ella es dejarla descargada por días, semanas o meses, de esa forma vamos a conseguir que se marchite y cuando la queramos utilizar de nuevo su rendimiento será muy bajo y no aguantará ni la mitad de los disparos que debería de aguantar.

Esto me pasó con una batería que me venía en mi equipo actual, había estado varios meses parada y totalmente descargada, su rendimiento real debería de haber sido de unos 900 disparos por carga y no llegaba ni a los 200. (Ver las imágenes superiores, no hacer caso al nº de disparos, este indica cuantas fotos se ha tomado con esa batería desde que se cargó por ultima vez)


Lo segundo que quiero aclarar es que sobrecargar una batería tampoco es bueno, dejarlas toda la noche cargando para que estén al 100% por la mañana es un fallo grave. Aun que los cargadores tienen sistemas de autoprotección que cortan el fluido eléctrico cuando la batería está totalmente cargada, no sabemos si ese sistema funciona debidamente o si nuestro cargador lo tiene, por lo cual deberemos de cargar si es posible las baterías cuando tengamos control sobre el proceso de carga.

¿Cómo gestiono yo el proceso de carga y uso de las baterías? La carga la realizo siempre hasta el 100%, nada más llegar al punto de carga total las guardo, tengo varías baterías las cuales están numeradas y en cada salida utilizo una, en caso de quedarse con carga la que he utilizado la vuelvo a guardar hasta la siguiente salida y en el caso de bajar mucho el porcentaje las cargo, evitando como ya he dicho que caigan hasta el 0%.

Al tener tantas baterías, habrá alguna de ellas que tarde en utilizar, en ese caso y durante su periodo fuera de la cámara y sin trabajar, las mantendré con carga, preferiblemente al tope.


A la hora de almacenarlas y transportarlas las llevo siempre en una funda, como en la imagen, de esta forma aseguro que dentro de la mochila no reciben golpes que pueden dañar sus contactos. Procuro siempre que el calor o el frío no les afecte ya que los extremos de temperatura no les benecifician en absoluto, en el caso de que la temperatura sea muy baja procurar siempre llevarlas en una zona donde se mantengan algo calientes ya que frías funcionarán mal.


He trabajado de esta forma desde que tengo cámaras y además lo aplico al teléfono y otros dispositivos y he de decir que las baterías de esta forma aguantan muchos años y sin problemas, también hay que aclarar que no son inmortales, pueden durar mucho si se cuidan pero llega un punto en el que tras tantos procesos de carga/descarga se acaban degradando y su duración de disparos cada vez es menor.


Otras cuestiones a tener en cuenta


Vamos a ver ahora males menores que también pueden afectar a nuestro equipo.

Tarjetas SD: Nuestras tarjetas son junto a la cámara el caballo de batalla de nuestro equipo, en ellas depositamos todo nuestro trabajo y confiamos en ellas para que lo mantengan a salvo. Una tarjeta SD no requiere de ningún tipo de mantenimiento, pero comentar que no está de más revisar de vez en cuando sus contactos electrónicos además de su estructura de plástico, buscando fisuras o partes que se puedan desprender. "Imágenes cedidas por STAF"


¿Y esto para que? Evitaremos así que al colocarlas en un tarjetero, una de estas piezas se desprenda y bloquee la salida de nuestra SD o su correcta lectura de datos.

Evitaremos este problema ya no solo revisandolas cada cierto tiempo, si no guardandolas y trasnportandolas en un tarjetero adecuado, nos ahorraremos un visita al SAT para extraer la tarjeta bloqueada que en el caso de la cámara de las imágenes se ha desmontado entera para acceder a la ranura de la tarjeta por culpa de un trozo de plástico minúsculo.

 

Conectores de la cámara: No se si vosotros sois de conectar la cámara al ordenador por cable o de enseñar en un monitor las imágenes a través del HDMI, pero en el caso de conectar la cámara a algún dispostívo externo, sea el que sea, hay que tener en cuenta algo similar a lo comentado con las taretas SD, intentemos que el conector no esté sucio ni dañado y además que coloquemos la cámara en un lugar seguro para conectarla ya que un golpe al conector o una caída puede doblar la conexión y el problema no es dañar el cable, es dañar el puerto de la cámara.


Con toda esta información ya tenemos una dinámica a seguir y unas cuestiones básicas a tener en cuenta para que nuestro material fotográfico por básico que sea esté en las mejores condiciones por muchos años, permientiendonos disfrutar de el con seguridad.


Finalizamos aquí esta entrada, en la que he agrupado lo que como mínimo deberiamos de tener en cuenta y hacer, en la próxima hablaremos de la limpieza de las parte internas de nuestra cámara además de metodologías de uso y trabajo a aplicar en determinadas situaciones.


Espero que haya sido de útil toda esta información y que la apliques de ahora en adelante.


¿Conocias todos estos trucos? ¿Cómo mantienes tu equipo? Te leo en comentarios.


¡¡Hasta la próxima entrada!!

35 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page