Para el/la fotógrafo/a o videógrafo/a, la mochila es uno de sus grandes aliados, le acompañara en cada salida, en cada aventura y en cada foto. Además, le va a permitir transportar de forma cómoda y segura el equipo que necesitará en cada salida que realice.
En muchas ocasiones trabajaremos durante largas horas con la mochila a los hombros y si llega a dolernos la espalda o nos cansamos en exceso nos acordaremos de la mala decisión que tomamos el día que la compramos.
Para no caer en este problema, vamos a analizar todos los factores que se deben tener en cuenta antes de elegir a nuestra compañera de viaje.
Te recomiendo que cojas papel y boli para ir anotando las respuestas de las preguntas que vamos a plantear a continuación.
¿Por qué necesitamos una mochila nueva?
Esta pregunta también la podemos hacer cuando hablamos de comprar una cámara, un objetivo o cualquier otro accesorio para nuestro equipo, por lo tanto al comprar una mochila hay que preguntarse si la inversión que vamos a realizar es totalmente necesaria.
En el caso de las mochilas, lo más probable es que necesitemos una nueva porque la que tenemos se nos ha quedado pequeña, se ha roto o nos resulta incomoda. Por lo cual, antes de pensar en una nueva inversión, cada fotógrafo/a que tenga previsto un cambio, en este caso, de mochila, debe ser consciente y tener bien claro para que y porque quiere hacer dicho cambio o renovación.
Teniendo claro este punto, podemos pasar al siguiente.
¿Cuánto equipo tenemos?
Es posible que tu que estás leyendo ésta entrada tengas una cámara y un solo objetivo y utilices una mochila muy sencilla, o al contrario, que seas un/a fotógrafo/a algo más experimentado y utilices varios cuerpos y varios objetivos. En los dos casos hay que parar y analizar bien cuanta cantidad de equipo tenemos, ya que en cada caso vamos a tomar una decisión diferente.
- Fotógrafo/a que está empezando:
Este deberá de pensar si a largo plazo va a comprar más material (cosa que será habitual) ya que de nada va a servir comprar una mochila nueva en la que quepa el mismo material que ya tenemos, a menos que sepamos que no vamos a adquirir más material a largo plazo.
- Fotógrafo/a que tiene un equipo contundente:
Este tendrá algo más claras sus necesidades y seguramente la mochila que busque sea para una disciplina concreta en la que trabaja o para seccionar su equipo y no llevar a todos lados una mochila grande donde cabe todo el equipo que tiene.
Plantéate la pregunta de si vas querer llevar todo el equipo en la nueva mochila o parte de el.
También es interesante que tengas presente el tipo de equipo que tienes, ya que no necesitamos la misma mochila para llevar cámaras de tipo micro cuatro tercios que para llevar cuerpos full fríame con lentes tipo 70-200mm o superiores. ¡¡Aquí el tamaño si importa!!!
¿Dónde queremos ir con la nueva mochila?
Parece una pregunta tonta, pero también es interesante valorar esta cuestión, vamos a analizar porque.
La mochila que vamos a elegir va a depender de lo intrépidos que seamos y esto lo digo porque no vamos a comprar la misma mochila para hacer fotografía de calle por nuestra ciudad que para irnos a Yellowstone a fotografiar osos polares y bisontes. Lo vas pillando, no todas las mochilas están preparadas para aguantar inclemencias extremas del tiempo.
El ejemplo que he dado es algo extremo, no todos los días vamos a estar bajo la nieve a -30ºC como es el caso del lugar que he mencionado, pero si que es importante valorar si la mochila la vamos a llevar constantemente a lugares húmedos, mojados, polvorientos o con bajas temperaturas.
En definitiva, no vamos a necesitar la misma mochila para hacer fotografía de paisaje que para hacer una boda en un salón de eventos.
Valora de forma razonable el tipo de fotos para las que vas a utilizar la nueva mochila. Pero cuidado, no se trata de tener una mochila para cada disciplina que practiquemos, se trata de buscar los modelos más acordes y que se adapten mejor a lo que solemos trabajar habitualmente.
En mi caso, tengo tres mochilas:
- Una de espalda, que habitualmente utilizo para la fotografía de paisaje ya que necesito llevar filtros, trípode, linternas, entre otros accesorios además de la cámara y todos los objetivos.
- Seguido tengo una mochila bandolera donde llevo el equipo reducido para la fotografía de trenes, esta mochila no está preparada para el mismo trote que la de espalda, no la llevaría a la playa por ejemplo. En ella llevo el cuerpo de la cámara, cuatro lentes, un tarjetero y las baterías.
- Y por último tengo una mochila bandolera muy pequeña donde llevo la cámara y un objetivo, en casos donde tengo muy claro que solamente voy a necesitar un objetivo.
Tipos de mochilas:
Hemos hecho nuestro propio autoanálisis de necesidades, si conforme has ideo leyendo has anotado las respuestas a las preguntas planteadas anteriormente, tendrás claras tus necesidades para la compra de la nueva mochila.
Mochilas hay de mil tipos, al igual que se dice que hay una cámara para cada fotógrafo, yo diría que también hay una mochila para cada fotógrafo.
Ya tenemos claro que necesitamos si o si una mochila nueva, por las circunstancias que cada persona haya analizado y también sabemos aproximadamente cuanto equipo vamos a querer llevar dentro de ella, además de para que la necesitamos, entonces ha llegado la hora de clasificar un poco el mercado de las mochilas.
Fundamentalmente, he querido distinguir tres grupos de mochilas, ordenadas por tamaño.
1- Mochilas bandoleras: estas mochilas se cuelgan al hombro y normalmente cuando compramos una cámara de iniciación nos viene un pequeña mochila de este tipo, en la que cabe solamente la cámara y el objetivo. Estas mochilas, por el tiempo se nos quedan pequeñas e incomodas.
Pero más allá de la mochila que nos viene con la cámara, hay cantidad de modelos y formas diferentes, además ofrecen muchas ventajas frente a las de espalda ya que nos brindan un acceso rápido a nuestro equipo, sin ni siquiera quitarnos la bolsa del cuello.
Además, son de un tamaño algo más compacto que las de espalda, ideal para situaciones concretas, en las que no queramos llevar todo el equipo, como ya hablábamos en los puntos anteriores. Pero por contra, tienen menos espacio que las de espalda, por lo cual deberemos elegir bien que equipo nos llevamos.
Éstas mochilas son ideales para pasar el día en la calle, para llevarlas a eventos sociales, como bodas, bautizos, etc. o incluso a sitios con gente ya que se lleva mucho más controlado el equipo y se previene la posibilidad de robo. También las hay preparadas para aguantar inclemencias meteorológicas fuertes, hay buena disponibilidad en el mercado, cantidad de formas, diseños, más espaciosas o menos, etc.
El gran y único contra que pueden tener para algunas personas es que cuando llevamos una mochila de este tipo con algo de peso, si la correa no es lo suficientemente cómoda se nos cansará la espalda de llevar todo el peso a un lado. Normalmente no hay mochilas de este tipo diseñadas para grandes equipos o para llevar la misma cantidad de material que en las de espalda.
Conclusión, las mochilas de tipo bandolera son ideales para salidas en las que llevemos poco equipo, el justo para el trabajo que vayamos a realizar y son realmente cómodas para manejar de forma rápida el equipo, son una gran apuesta como mochila secundaria a una grande como las que vamos a ver a continuación.
2- Mochilas de espalda: este tipo de mochilas son obviamente de mayor tamaño que las anteriores y diría que las más utilizadas, al final es el concepto clásico de mochila pero adaptado a la fotografía.
Tenemos infinidad de configuraciones, ya que algunas ofrecen más espacio para el material fotográfico que para los objetos personales, otras es al contrario y otras, lo equilibran, éstas últimas están fundamentalmente preparadas para aventura y montaña, ya que nos permitirán llevar cantidad de equipo fotográfico y espacio para ropa, comida y pertenencias que podamos necesitar en un viaje o una salida al campo. Además según el modelo que elijamos, nos ofrecerá resistencia al agua y a las inclemencias climatológicas.
Por lo cual, hay mochilas para todos los públicos, tanto si quieres llevar solamente el equipo como si necesitas llevar objetos personales.
Si solamente quieres llevar el equipo, este tipo de mochilas pueden ser tu alternativa a las bandoleras, en el caso de que no te guste llevar el peso a un lado del cuerpo.
En cuanto a configuración de las mochilas, las hay de mil formas y diseños, lo que mas destacaría es la posibilidad de comprarla con acceso al equipo fotográfico por la espalda o por la parte delantera, esto es un buen seguro para evitar robos ya que si llevamos las cremalleras pegadas a la espalda será mas difícil que nos metan mano al equipo.
Son mochilas muy completas ya que nos permiten no solo transportar todo nuestro equipo si compramos una de gran capacidad, también nos permiten almacenarlo en casa.
Por último, a la hora de elegir una mochila de este tipo, mira bien la comodidad que ofrece, ya que de lo contrario sufrirás al llevarla gran cantidad de horas a la espalda durante tus salidas fotográficas. Aun que también es muy importante como la ajustemos a nuestro cuerpo y como la llevemos, cosa que veremos en una próxima entrada.
Conclusión, las mochilas de espalda son perfectas para llevar gran cantidad de equipo, hay infinidad de modelos y de configuraciones, que se van a adaptar a ti según tus necesidades y el uso que vayas a darle.
3- Mochilas tipo maletín: llegamos al caso más extremo, el cual es menos usual que los dos anteriores.
Los maletines ya son algo para un uso muy concreto, se suelen utilizar en producciones donde se lleva mucho equipo, sobre todo en producciones de vídeo, donde se necesitan muchos más aparatos además de las cámaras y los objetivos.
Existe la posibilidad de llevarlos en la mano o arrastrando con las ruedas que llevan algunos modelos. Normalmente están preparados para todo, se les puede dar golpes, se pueden mojar, podrían caer por cualquier sitio que seguramente no fallarían. Aun que esto es matizable, depende mucho de la marca y el modelo elegido.
Los hay de múltiples tamaños como podréis imaginar y su interior es adaptable al equipo que llevemos, suele ser de esponja negra, ésta cubre de forma cómoda el equipo y todo el espacio sobrante entre dicho equipo y las paredes del maletín.
Obviamente son superiores también en precio con respecto a las mochilas de uso más convencional que hemos visto en los puntos anteriores, pero ofrecen un plus muy elevado de seguridad para llevar equipos muy pesados como los super teleobjetivos o grandes cantidades de equipo para producciones.
Conclusión, si estás leyendo esto y eres un/a fotógrafo/a de fauna, posiblemente hayas pensado en una maleta de este tipo para llevar los objetivos más pesados, pero si te dedicas a otras disciplinas fotográficas, lo más seguro es que optes por las mochilas del primer y segundo punto. Aún así no está de más que conozcas que existen otras opciones para situaciones concretas.
¿Qué mochila me compro?
Tras el análisis que hemos realizado, ha llegado el momento de responder a la pregunta, aun que como estarás imaginando, yo no tengo la palabra absoluta. Eres tu quien debe de analizar la situación y todos los puntos que hemos ido desgranando para saber en que situación te encuentras y cuales son tus necesidades. Dependiendo de cuales sean, te decantaras por un tipo de mochila u otro.
Acabas de leer todas las pautas para no fallar en la compra de tu nueva mochila, asegúrate bien de todos los pasos, visita las tiendas, compara modelos, calidades, modelos y si compras por internet asegúrate de poder devolverla en caso de que no sea el mejor modelo para ti.
Como decía, hay una mochila para cada fotógrafo/a, las posibilidades son infinitas.
Espero que todos estos aspectos puedan ayudarte a elegir a tu nueva compañera de aventuras.
Si tienes cualquier duda, puedes contactarme AQUÍ.
¡¡Nos vemos pronto en la próxima entrada!!