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  • Foto del escritorJorge Herrero Gimeno

¿Cómo llevas puesta la mochila?

En la anterior entrada vimos como elegir la mochila perfecta en base a las necesidades de cada fotógrafo/a, si no sabes de que te hablo, te dejo el enlace a dicha entrada.


Tener una buena mochila es ideal para que nuestro equipo viaje en condiciones y nosotros estemos tranquilos de su seguridad, pero, ¿De qué vale una buena mochila si no la adaptamos bien a nuestro cuerpo? Esto nos puede traer en un principio dolores de espalda, cuello y cervicales, además de cansancio general tras horas de llevarla a la espalda.

Hay que pensar que no llevamos una mochila con 1 o 2 libros, si pesamos todo el conjunto, muchas veces puede rondar entre los 3 y 10 kilos, dependiendo del equipo que llevemos.


La mochila y la persona deben ser uno cuando se trata de llevar mochilas de este tipo, debe de ser la unión perfecta para que la mochila se adapte a nuestras posturas y que además nos ayude a ir rectos, en ningún momento deberemos de forzar el cuerpo por llevarla colgada, así que en esta entrada vamos a ver de forma sencilla cual es la mejor forma de transportarla.


Toda la información que vas a recibir en esta entrada no es desde el punto de vista clínico ni profesional. Personalmente, sufro problemas de espalda desde pequeño, tiendo a sacar chepa, además de padecer dolor en la zona central de la espalda al poco rato de estar de pie, por lo cual toda la información que vas a recibir es en base a los pequeños trucos que yo mismo me he ido creando para evitar dolores al llevar las mochilas.


Corrige tus posturas con los siguientes pasos


1- Levanta la mochila equilibrando el peso: Parece una tontería, pero la manera que tenemos habitualmente de coger peso es bastante perjudicial para nuestra espalda. Tendemos a recoger peso del suelo doblando totalmente la espalda y dejando las piernas rectas. Incluso con la mochila fotográfica hacemos lo mismo y es incluso peor ya que tras cargar el peso nos lo vamos a colgar a la espalda.


Evita recoger la mochila del suelo de esta forma, para hacerlo, dobla las piernas hasta que estés a la misma altura que la mochila, seguido, cuélgate la mochila manteniendo la espalda recta y vuelve a subir manteniendo la postura de la espalda, de este modo mantendrás recta toda la columna y el peso lo recogerás con el cuerpo.


A continuación puedes ver esta situación de forma gráfica.


2- No lleves la mochila de un solo tirante: En el caso de la mochila de espalda, cuando por ejemplo llevamos la mochila del trabajo, o la mochila de clase tendemos a llevarla solamente de uno de los dos tirantes, esto lo hacemos todos y todas, yo también lo he hecho y admito que lo hago, pero solo en situaciones en las que lleve muy poco peso.


Cuando hacemos esto llevando cierto peso, la espalda tiende a ladearse, y la postura es muy mala para nuestros músculos y huesos. Las mochilas están hechas para repartir el peso sobre el cuerpo, de forma que lo llevamos de la forma más equilibrada posible.


No olvides que la mochila debe apoyarse con los dos tirantes sobre nuestro hombros.

En el caso de las mochilas tipo bandolera, estas están hechas de forma que mantienen la postura corporal pese a ser de un solo tirante, es un error por parte del usuario no llevarlas cruzadas del cuello. Las mochilas de este tipo llevan una correa más ancha conforme más peso puedan llevar en su interior, para que sea más cómodo su traslado. Como ya hablamos en la entrada anterior, no son mochilas para llevar mucho equipo y muy pesado, tampoco le gustan a todos los usuarios.


3- Mantén el peso al centro de la espalda: Ya tenemos la mochila colgada a la espalda, ahora vamos a regularla en altura. Parece una tontería, pero el simple hecho de llevar la mochila a una altura u otra nos va hacer adoptar una postura diferente.


Por experiencia tengo que decir que llevar una mochila muy baja es muy muy incomodo al poco tiempo de llevarla colgada. Llevar un fleje más alto que otro es todavía más molesto ya que genera dolor de espalda fuerte ya que el cuerpo intenta adaptarse a la postura ladeada de la mochila. ¿Cómo solucionamos este problema?


Tal vez no sepas que las mochilas se pueden ajustar a nuestro cuerpo, ¿cómo? para regularlas en altura, constan de unos flejes situados en los propios tirantes, estos se pueden aflojar para "dejar caer" la mochila o apretar para elevarla en el eje vertical de la espalda.

¿Cuál es el punto ideal? Será el que haga que la mochila vaya lo más ceñida al cuerpo posible, sin que quede separada del cuerpo, para ello simplemente juega con los flejes de los tirantes hasta que encuentres la mejor posición.


4- Ajusta la mochila lo máximo posible al cuerpo: Otra clave fundamental para lograr que la mochila y su portador sean el equipo perfecto es conseguir que se adapte a nuestro movimientos, haciendo que nos siga en todo momento, que no bambolee con nuestro andar y que se mantenga firme al cuerpo.


¿Cómo? Muy sencillo, las mochilas preparadas para llevar peso, como son las nuestras, llevan en la zona del ombligo y en la parte superior, a la altura del pecho dos amarres con unas pestañas para cerrarlos, además podemos ajustarlos en diámetro para que no nos aprieten. Lo ideal es llevarlos ajustados, sin que nos molesten, pero nunca sueltos ya que si están sueltos es lo mismo que no llevarlos puestos.


Estos amarres hacen que la mochila mantenga su postura en todo momento y que se ciña a nosotros. Es importante que para llevar la mochila de esta forma conste con una buena disipación del calor que se genera entre ella y la espalda, para ello busca una mochila con una acolchado que se adapte a esta condición.



Con estos cuatro trucos podrás llevar tu mochila de una forma muy cómoda durante largas horas. Antes de emprender un viaje con ella, asegúrate de que está en las condiciones optimas para el trote ya que los flejes y los tirantes se desajustan por el uso y hay que reajustarlos.


Te voy a dar un bonus, y aun que es obvio, no está de más recordarlo.


BONUS. No cargues más peso del que deberías llevar: todas las mochilas llevan en sus especificaciones el peso máximo a transportar y que soportan, no cargues más peso del que indica el fabricante o del que tú creas que es seguro llevar. Si tienes que llevar varias bolsas, llévalas, tu espalda lo agradecerá. No se te ocurra cargar un 800 mm de 4 kilos y medio en una mochila junto a más ópticas y cuerpos pesados, a menos que tu propósito sea romper tu espalda.


¿Conocías todos estos aspectos para llevar cómodamente tu mochila? Espero que te sean muy útiles y mejoren tu día a día.


¡¡Hasta la próxima entrada!!

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